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Aparecen las Joyas de la Virgen de la Fuensanta

El robo de las joyas de la Virgen de la Fuensanta quedó como una herida en el corazón de Murcia.

Dos estudiantes de arte localizaron por Internet las Joyas de la Virgen de la Fuensanta: el Pectoral de Belluga de Esmeraldas y Diamantes  y el Collar de Aguamarinas y Diamantes, Los objetos fueron recuperados por la guardia civil.

El robo

En la madrugada del 8 de enero de 1977 mientras la Virgen de la Fuensanta se encontraba en su Santuario, varias piezas de su ajuar se exponían a pocos kilómetros de allí en el Museo de la Catedral.

Sólo se supo que dos sujetos, de los que nunca se llegó a conocer su identidad ni procedencia, forzaron las rejas de acceso a la rampa de la torre de la Catedral y corretearon por los tejados llevando consigo herramientas, linternas y sopletes para hacerse con las Joyas de la Virgen de la Fuensanta.

Se dirigieron a la sacristía, la cual forzaron llevándose las llaves del Museo de la Catedral. El resto fue un juego de niños. Se llevaron un botín que consistió en una gran corona de 5862 Diamantes, Esmeraldas, Rubíes y Topacios; una corona del niño con 1749 gemas preciosas; 3 crucifijos, el Pectoral de Belluga de Esmeraldas y Diamantes y un fabuloso collar de oro con Aguamarinas y Diamantes.

La recuperación

Hace apenas unos días dos estudiantes de arte de la Universidad de Murcia, visitando anticuarios por Internet, para ver que es lo que se ofrecía últimamente en el mercado a nivel antigüedades descubrieron las Joyas de la Virgen de la Fuensanta ofrecidas por una casa tradicional de subastas. Ambos estudiantes formaban parte del equipo de investigación a cargo del profesor de la Universidad Francisco Marsilla, quien es a su vez gestor del archivo de la Catedral de Murcia, y por ello estaban en pleno conocimiento de las características de las joyas robadas de la Virgen de la Fuensanta. De inmediato informaron a la guardia civil, que se encargó de recuperar los objetos.

El collar isabelino es de enorme belleza. Se trata de una pieza en oro, que cuenta con 264 Diamantes y 49 Aguamarinas de gran tamaño. Ya tenía nuevo propietario, ya que fue comprada en la subasta por un joven empresario de Fuerteventura que lo adquirió en buena fe, desconociendo la historia de la joya, para su flamante esposa como regalo de bodas. Tan es así que en las fotos de la boda, la novia luce el collar.

El Pectoral del cardenal Belluga, que colgaba del pecho de la virgen, no se vendió en la subasta y regresó a su antiguo propietario, quién lo había adquirido creyendo que su procedencia era lícita. Fue incautado de inmediato – al igual que el collar –. Se trata de un crucifijo de grandes dimensiones para ser llevado como colgante en el pecho, de oro macizo, con 16 Esmeraldas de Colombia de gran tamaño y 450 Diamantes con su correspondiente cadena de oro.

Fuentes del Obispado de Cartagena advirtieron que la recuperación del pectoral y el collar: «es doblemente bien recibida. Primero, porque se trata de dos joyas que se restituyen a los murcianos. Y segundo, porque se las creía perdidas para siempre». De hecho, esa fue siempre la versión oficial: que las piezas habían sido fundidas y las piedras preciosas, empleadas en otras joyas.

Vaya, vaya… buscando en Internet mirad lo que descubrieron estos dos jóvenes estudiantes! ¡Enhorabuena Murcia!